miércoles, 7 de enero de 2015

Transporte público y embarazo

Cuando mamá estaba embarazada necesitaba seguir usando el transporte público para trabajar y descubrió un fenómeno muy extraño...¡ la barriga desaparecía nada más que entraba en un metro, autobús o cercanías!. No lo entendía mucho... por la calle, en las tiendas, las vecinas... todos decían que pedazo de barriga, que si iba a dar a luz ya... Cuando quedaban meses... Sin embargo en el transporte público "nadie notaba su embarazo". Mamá a partir del quinto mes decidió usar su derecho a sentarse en los medios de transporte, porque con los frenazos había sufrido ya algún tropezón y no quería correr riesgos conmigo. Primero se ponía delante de la gente que estaba sentada en los asientos reservados enseñando bien la barriga, pero la gente bajaba corriendo los ojos a mirar el móvil sus manos, dormir... Así que decidió pedir permiso para sentarse. Lo asombroso es que había gente que le decía que es que estaban muy cansados y no se lo dejaban... Otros hacían oídos sordos, otros la ponían cara de mala leche, y alguno se lo cedían disculpándose... Desde los 5 meses a las 9 y medio de embarazo solamente le cedió el sitio 9 personas... En el resto de las ocasiones tuvo que "suplicar" por ellos, y eso que cogía todas las mañana un autobús y un cercanías y todas las tardes lo mismo para ir y volver del trabajo, además de los metros que cogía, por lo menos 4 veces en semana... Que vamos que si hacemos las cuentas serían más de 300 veces... Con solo 9 veces cedido el asiento... Y eso que cambió el modo de ir al trabajo para ir en los transportes menos llenos, pero a pesar de ellos normalmente ya estaban cogidos todos los sitios... Os aseguramos que a las horas que lo cogía no había ancianos, ni minusválidos ni embarazadas, pero todo el mundo se sentía en el derecho de "robar" esos asientos. Para el que no lo sepa en todos los medios de transporte hay asientos reservados para ancianos, minusválidos, embarazadas y padres con bebes en brazos y solo deben usarlo dichas personas, si el transporte está lleno podría sentarse una persona normal, pero siempre estando atento de ceder ese sitio el primero, además de que por educación cualquiera debería ceder el sitio. Para más inri normalmente la gente que se negaba a cedértelo se bajaba en la estación siguiente...Y más fuerte todavía... Las mujeres eran quien menos lo cedían...
Las situaciones más inverosímiles que viví fueron:
- Un viernes a las 11 que volvía en el metro mamá embarazada de 8 meses de cenar con unas amigas, fue a sentarse en los asientos reservados y había unas chicas jóvenes sentadas, les pidió el sitio y le dijeron que no porque tenían que reservar los pies para los tacones...
- Otra vez que pidió un sitio a un chico joven el asiento en el metro una mañana y dijo que no se levantaba y se levantó un anciano de 90 años... el cual mamá se negó  a coger su sitio.
-En la semana 40 de embarazo yendo a monitores en un autobús, una mujer de unos 60 años con tacones y bolsas del corteingles, le dijo a mamá que qué poca vergüenza de ocupar esos sitios reservados, que ella se quería sentar...
-Yendo a trabajar solicitó sentarse en los asientos reservados, le enseñó la pegatina  al señor y el tío se puso a dormir... bajándose en la siguiente estación...
Y en todos los casos raros, absolutamente nadie en todo el vagón dijo nada ni se ofreció a ceder otro sitio...¡Qué gran educación tenemos! ¿Vosotros que experiencia tenéis viajando embarazadas en transporte público?
Shhh, los secretos:
-Pide educadamente que te cedan el sitio, estás en tu derecho.
-Localiza los asientos reservados para ejercer tu derecho.
-Prácticamente siempre conseguirás sentarte, cuando lo pides educadamente suelen cedértelo, y sino alguien que lo oiga.

2 comentarios:

  1. A mi tampoco me dejan sentarme...también me pasa el fenómeno de la barriga que desaparece...a ver si me atrevo a pedir asiento

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    1. Ejerce tu derecho a sentarte y ¡viaja con seguridad!

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