Cuando mamá estaba embarazada necesitaba seguir usando el
transporte público para trabajar y descubrió un fenómeno muy extraño...¡ la
barriga desaparecía nada más que entraba en un metro, autobús o cercanías!. No
lo entendía mucho... por la calle, en las tiendas, las vecinas... todos decían
que pedazo de barriga, que si iba a dar a luz ya... Cuando quedaban meses... Sin
embargo en el transporte público "nadie notaba su embarazo". Mamá a
partir del quinto mes decidió usar su derecho a sentarse en los medios de
transporte, porque con los frenazos había sufrido ya algún tropezón y no quería
correr riesgos conmigo. Primero se ponía delante de la gente que estaba sentada
en los asientos reservados enseñando bien la barriga, pero la gente bajaba
corriendo los ojos a mirar el móvil sus manos, dormir... Así que decidió pedir
permiso para sentarse. Lo asombroso es que había gente que le decía que es que
estaban muy cansados y no se lo dejaban... Otros hacían oídos sordos, otros la ponían
cara de mala leche, y alguno se lo cedían disculpándose... Desde los 5 meses a
las 9 y medio de embarazo solamente le cedió el sitio 9 personas... En el resto
de las ocasiones tuvo que "suplicar" por ellos, y eso que cogía todas
las mañana un autobús y un cercanías y todas las tardes lo mismo para ir y
volver del trabajo, además de los metros que cogía, por lo menos 4 veces en
semana... Que vamos que si hacemos las cuentas serían más de 300 veces... Con
solo 9 veces cedido el asiento... Y eso que cambió el modo de ir al trabajo
para ir en los transportes menos llenos, pero a pesar de ellos normalmente ya
estaban cogidos todos los sitios... Os aseguramos que a las horas que lo cogía
no había ancianos, ni minusválidos ni embarazadas, pero todo el mundo se sentía
en el derecho de "robar" esos asientos. Para el que no lo sepa en
todos los medios de transporte hay asientos reservados para ancianos, minusválidos,
embarazadas y padres con bebes en brazos y solo deben usarlo dichas personas,
si el transporte está lleno podría sentarse una persona normal, pero siempre
estando atento de ceder ese sitio el primero, además de que por educación cualquiera
debería ceder el sitio. Para más inri normalmente la gente que se negaba a cedértelo
se bajaba en la estación siguiente...Y más fuerte todavía... Las mujeres eran
quien menos lo cedían...
Las situaciones más inverosímiles que viví fueron:
- Un viernes a las 11 que volvía en el metro mamá embarazada
de 8 meses de cenar con unas amigas, fue a sentarse en los asientos reservados
y había unas chicas jóvenes sentadas, les pidió el sitio y le dijeron que no
porque tenían que reservar los pies para los tacones...
- Otra vez que pidió un sitio a un chico joven el asiento en
el metro una mañana y dijo que no se levantaba y se levantó un anciano de 90
años... el cual mamá se negó a coger su
sitio.
-En la semana 40 de embarazo yendo a monitores en un autobús,
una mujer de unos 60 años con tacones y bolsas del corteingles, le dijo a mamá
que qué poca vergüenza de ocupar esos sitios reservados, que ella se quería
sentar...
-Yendo a trabajar solicitó sentarse en los asientos reservados,
le enseñó la pegatina al señor y el tío
se puso a dormir... bajándose en la siguiente estación...
Y en todos los casos raros, absolutamente nadie en todo el
vagón dijo nada ni se ofreció a ceder otro sitio...¡Qué gran educación tenemos!
¿Vosotros que experiencia tenéis viajando embarazadas en transporte público?
Shhh, los secretos:
-Pide educadamente que
te cedan el sitio, estás en tu derecho.
-Localiza los asientos
reservados para ejercer tu derecho.
-Prácticamente siempre
conseguirás sentarte, cuando lo pides educadamente suelen cedértelo, y sino
alguien que lo oiga.
A mi tampoco me dejan sentarme...también me pasa el fenómeno de la barriga que desaparece...a ver si me atrevo a pedir asiento
ResponderEliminarEjerce tu derecho a sentarte y ¡viaja con seguridad!
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